Comunidad de Chiu Chiu recibió a Niños, Niñas y Jóvenes de Casona de Calama en Día de los Pueblos Originarios

El jueves 22 de junio, niños, niñas y jóvenes que participan en la Escuela Casona de Calama, vivieron una inolvidable celebración del Día de los Pueblos Indígenas, gracias a la invitación de la Comunidad Chiu Chiu a su ceremonia ancestral de Floramiento.

Durante 3 horas desarrollaron diferentes actividades y conocieron tradiciones y comidas del pueblo aymara, como la “Patasca” o  “Calapurca”, que prepararon las tías del Jardín Los Conejitos Blancos con choclo de la zona.

La tradición ancestral del Floramiento, es una ceremonia en la que el Pueblo Aymara le agradece a la tierra por alimentar al ganado, ya que ellos a su vez, nos retribuyen. Así, se reconoce a los campos, las aguadas y vegas su contribución al ciclo de la vida.

“Es una tradición ancestral, por lo que está ligada al enfoque intercultural en el cual trabajamos en la Casona. Y esto permite a la comunidad y los niños y niñas acercarse a sus raíces. Y se mostraron muy interesados y curiosos por conocer este rito. Les llamó la atención que en la ceremonia se realizaron las intenciones, peticiones y agradecimientos, también el pago a la tierra que se realiza con licor”, relató Jeannette Mora, directora de la Escuela Casona de Calama.

La ceremonia de agradecimiento fue conducida por Ilia Reyes Aymani, investigadora local atacameña y miembro de la comunidad de Chiu Chiu, comunidad indígena del Pueblo Aymara que está ubicada a 30 kilómetros al noreste de Calama, en la Región de Antofagasta en el norte de nuestro país.

“Visitar la comunidad y participar en esta ceremonia nos permitió celebrar el Día Nacional de los Pueblos Indígenas, así como conocer la Iglesia de San Francisco de Chiu Chiu, la Escuela, la plaza y el río y, potenciar el enfoque de redes con la comunidad”, señaló la directora de Escuela La Casona.

El equipo de la Escuela Casona, agradeció la invitación y las gestiones de Angélica Chelme, encargada de las unidad educativa y, Romane Fuenzalida, encargada de familia y comunidad del Jardín los Conejitos Blancos de Chiu Chiu, así como también a la sra. Dinka López de la Corporación de Cultura y Turismo, que facilitó el bus para el traslado.

Y, tal como aprendieron en el encuentro, las niñas, niños y jóvenes, así como los adultos que les acompañaron, enviaron un “¡Pathacke!, ¡Pathacke!, Pathacke!”, que significa gracias.