¿Cómo ayudar a niñas, ñiños y jóvenes a sobrellevar las situaciones de catástrofe?

¿Cómo ayudar a niñas, ñiños y jóvenes a sobrellevar las situaciones de catástrofe?

febrero 23, 2024 Desactivado Por admin

Han pasado tres semanas del mega incendio ocurrido en las comunas de Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana. Según las últimas informaciones dadas por el Gobierno, la catástrofe dejó un saldo de 133 fallecidos, cerca de 400 personas desaparecidas y más de 15 mil viviendas afectadas.

En ese contexto, se ha hablado poco en los medios de prensa sobre cómo viven o se ven afectados niños, niñas y jóvenes en este tipo de situaciones. Las autoridades tampoco han dado cifras oficiales respecto al número de menores de 18 años afectados por el siniestro.

En este sentido, Javier Barnes, Secretario Nacional de Programas y Proyectos de la ONG La Casona de los Jóvenes, comentó que «nosotros tenemos más de 200 niños en este territorio pero el Servicio (Mejor Niñez) nos comentaba que tienen 6000 niños a los cuáles se atiende en esta zona». En el caso de la Casona se tiene el catastro de que 17 niños, niñas y jóvenes sufrieron la pérdida de sus hogares.

Pese a la inexistencia de estos datos, el Gobierno ha tomado algunas medidas para atender y contener a niños, niñas y jóvenes afectado por el incendio. En primer lugar, desde el 5 hasta el 16 de febrero en el Palacio Presidencial de Cerro Castillo se realizó el programa «Escuelas Abiertas» de Junaeb, en el cual se han realizado diversas actividades de esparcimiento, dónde incluso reconocidos deportistas han asistido para entregar su apoyo.

Posteriormente, el 7 de febrero se anunció la apertura de seis colegios en los que también se realizaría el programa «Escuelas Abiertas» hasta el 23 de febrero, ya que después deben prepararse para el inicio de clases. Los últimos anuncios relacionados con apoyos directos a la niñez fueron dados la semana pasada, cuando se dio aviso de la apertura de 4 jardines de la JUNJI con objetivos similares y el inicio de la entrega de alrededor de 600 kits lúdicos de apoyo psicosocial e higiene para niños, niñas y jóvenes.

Estas medidas han sido de suma importancia, puesto que niños, niñas y jóvenes viven los estados de catástrofe desde perspectivas distintas a los adultos. En este sentido, Flavia Vázquez, psicóloga de la sede de Achupallas de La Casona, comenta que «no lo saben procesar de la misma forma que nosotros como adultos«, por ello, aconseja «explicarles las cosas desde un lenguaje mucho más fácil de entender, por ejemplo, si yo me siento a hablar con ellos con un lenguaje más técnico no me van a entender nada, entonces adecuar el lenguaje a las edades de los niños y las niñas es súper importante«.

Otro consejo que da la profesional es que se torna relevante que «en situaciones de crisis abordar el hecho desde la emocionalidad y validar esa emoción, decirles está bien que estés asustado«, ya que en ocasiones lo que se tiende a hacer es evitar el tema para no «exponerlos», lo que puede terminar en una invisibilización de sus sentimientos.

A veces incluso se minimiza lo que pueden estar sintiendo niños y niñas, puesto que «si lloran porque se les perdió un juguete, muchas veces tendemos a invalidar diciendo que es una tontera, a lo mejor hay cosas más importantes y, efectivamente puede ser, pero al mismo tiempo, para ellos, en su realidad, eso era muy importante, a lo mejor ese juguete era su recurso de expresión emocional«, agrega Flavia.

En este sentido, la psicóloga recalca que «aun hay muchas generaciones que no entienden la gestión emocional, la identificación de las emociones y por qué son tan importantes, por eso actualmente se habla de generaciones de cristal y de generaciones más fuertes y más duras, porque está esa concepción media errónea de que la emocionalidad es algo malo«, lo que se debe ir dejando de lado para apoyar de mejor forma a los menores de edad que han sufrido algún trauma por eventos catastróficos.

Por último, Flavia destaca que es importante «entenderlos como personas más pequeñas pero que también tienen una opinión en todo este contexto, por lo que, se les debe considerar como sujetas y sujetos de derechos«, ya que, «ellos también tienen una voz, tienen voz y voto en las decisiones, obviamente situándolos en la edad y los ciclos vitales«.